Ludovico Einaudi, el pianista italiano que se convirtió en una estrella de la “música de fondo”

Esta es la historia de un hombre atrapado en su más antiguo enemigo: la gravedad. Gracias a su música, Ludovico Einaudi se liberó de la carga política y familiar que agobiaba al Piamonte de su infancia. Pero, mientras sus piezas seducían al público, el compositor tuvo que desafiar otras cargas, las que inevitablemente acompañan al éxito. A sus 69 años, actuará en el gigantesco escenario de La Défense Arena de París, pocos meses después de haber agotado —si nos ceñimos solo a la región parisina— las entradas de un Accor Arena y dos salas del Seine Musicale. En estos inmensos escenarios, ¿qué queda del entusiasmo juvenil que lo llevó a rechazar a los Einaudi, uno de los linajes más respetables de la península?
El músico nos da la bienvenida a las colinas que rodean el bastión de su familia, Dogliani. Un pequeño pueblo de apenas 5.000 habitantes, a 75 kilómetros al sur de Turín, la metrópoli donde creció y aún reside. Su casa de campo se asoma a un paisaje de suavidad y redondez típicamente piamontesas: unas pocas aldeas, vigiladas por campanarios centenarios, se asoman a laderas cubiertas de interminables bosques y viñedos. Aquí es donde Ludovico Einaudi pasaba las vacaciones de niño. Aquí es donde, años después, instaló su estudio de grabación. «Mi pareja Paola y yo lo renovamos durante la pandemia, respetando la sencillez del lugar», dice con sencillez.
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Le Monde